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Cada verano, miles de viajeros pierden horas valiosas de sus vacaciones intentando averiguar cómo llegar a Hidra desde Atenas. Con siete operadores de ferry y horarios confusos, lo que debería ser un trayecto sencillo de 90 minutos se convierte en un quebradero de cabeza. El 43% de los excursionistas pierden su ferry de regreso por una mala planificación, lo que les obliga a acortar su visita. Hidra, con sus calles empedradas libres de coches y aguas cristalinas, merece más que prisas y confusiones. Esta guía, con consejos de locales, transformará tu escapada en una experiencia sin estrés.
Ferrys a Hidra: ¿cuál elegir para ahorrar tiempo?
La ruta de El Pireo a Hidra cuenta con hidroalas rápidas y ferrys tradicionales, cada uno con ventajas que muchos pasan por alto. Aunque los Flying Cat de Hellenic Seaways prometen un viaje de 90 minutos, su espacio limitado para equipaje y las cancelaciones por viento los hacen poco fiables para excursiones de un día. Por el contrario, los ferrys de Blue Star, más lentos, ofrecen cubiertas al aire libre ideales para fotos y mayor estabilidad, añadiendo solo 30 minutos al viaje. Los viajeros más avisados toman un ferry tradicional por la mañana y reservan un hidroala para el regreso, asegurando así fotos al atardecer y menor riesgo de cancelaciones. Los días entre semana tienen un 23% menos de cancelaciones que los fines de semana.
Cómo disfrutar de Hidra en solo 5 horas
Al llegar al puerto de Hidra, muchos cometen el error de quedarse en las tabernas del frente marítimo. Los que saben, toman el camino de burros a la izquierda del reloj para subir al inicio del sendero del Profeta Elías en solo 7 minutos. Esta ruta empedrada ofrece vistas panorámicas antes del calor del mediodía, con bancos estratégicos para disfrutar de un café griego de la panadería Kouloura. Para las 11:30, cuando llegan los cruceros, ya estarás buceando en la cala protegida de Mandraki o explorando textiles auténticos en la galería Loom. El encanto de Hidra está en su verticalidad: cada escalera lleva a barrios más tranquilos. Guarda el marisco para las 14:30, cuando restaurantes como Kamaki ofrecen descuentos en el pescado del día.
Cómo evitar las aglomeraciones en el ferry de vuelta
El hidroala de las 17:15 puede parecer ideal, hasta que te encuentres en una cola de 100 personas bajo el sol. El pequeño puerto de Hidra se satura en horas punta, y a veces se niega el embarque por sobrecupo. Los hoteleros locales lo solucionan así: compran el billete de vuelta al llegar (las taquillas están a la derecha del muelle) y esperan en el Avlaki Bar 40 minutos antes de zarpar. Sus mesas con vistas permiten ver las colas mientras disfrutas de un freddo cappuccino. Para grupos grandes, la parada de Kamini, a 1 km al este, suele tener menos gente. En verano, el ferry de las 19:30 ofrece un viaje al atardecer con un 60% menos de pasajeros, ideal si tu hotel en Atenas permite llegada tardía.
Quedarse a dormir: la verdadera magia de Hidra
Aunque el 78% de los visitantes hacen una excursión de un día, quienes se quedan descubren una isla transformada cuando el último ferry se marcha. El atardecer desde las ruinas del castillo Bastia muestra los tonos que inspiraron a artistas como Brice Marden. Los bañistas nocturnos en Vlychos disfrutan de aguas fosforescentes en completa soledad, y las excursiones matutinas al Monte Eros regalan vistas del puerto entre niebla. Para quienes decidan quedarse, cuatro pensiones familiares cerca del puerto ofrecen habitaciones con descuentos del 30-50% si se pregunta después de las 16:00. El Miranda, con su patio lleno de enredaderas, suele tener cancelaciones de última hora. Pasar una noche permite vivir como un local: ayudar a los pescadores en Kamini al amanecer y desayunar una tiropita recién hecha de la panadería que abastece a los ferrys.
