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Explorar Atenas como viajero vegano puede parecer un acertijo de la antigua Grecia. Aunque el país es famoso por su feta y su souvlaki, el 78% de los visitantes veganos aseguran que les cuesta encontrar versiones auténticas de platos locales sin ingredientes animales. La frustración aumenta cuando las guías te llevan a trampas para turistas caras o ensaladeras sin inspiración, dejándote con ganas de saborear la rica gastronomía griega sin productos animales. Cada barrio esconde joyas, desde tiendas familiares con dolmades caseros hasta puestos callejeros con delicias veganas por accidente, pero rara vez aparecen en mapas en inglés. Esto hace que muchos viajeros acaben en cadenas internacionales, perdiéndose la oportunidad de vivir la cultura gastronómica griega desde una perspectiva compasiva.

El mercado central de Atenas: tesoros veganos entre puestos de carne
El caótico aroma del mercado central de Atenas puede abrumar al principio con sus carcazas colgantes y los gritos de los pescaderos, pero adéntrate y descubrirás auténtico oro vegano. Los productores locales en los puestos periféricos ofrecen olivas secadas al sol de Kalamata, hojas de parra envejecidas en barril ideales para hacer dolmades caseros, y montañas de orégano silvestre recolectado en los montes Pelión. Visítalo por las mañanas entre semana, cuando los agricultores traen vlita (verduras silvestres griegas) recién cosechadas, y pide tomates 'horiatiki', cultivados especialmente para su dulzor en ensaladas. Los vendedores de frutos secos cerca de la calle Athinas ofrecen pasteli (barras de sésamo) y almendras con cáscara a buen precio, mientras que las especierías venden rigani auténtico para recrear sabores griegos en casa. Un consejo: en el sótano hay un pequeño puesto con mermelada de higo artesanal sin azúcar añadido, ideal para desayunos.
Secretos de barrio: dónde disfrutar meze vegano como un local
Los barrios de Koukaki y Exarchia esconden tabernas modestas que sirven platos veganos por accidente, perfeccionados durante generaciones. Busca los 'ladera', guisos de verduras al aceite típicos de la cocina de cuaresma griega. En lugares familiares como To Kafeneio (pide el menú 'nistisimo'), encontrarás melitzanosalata (crema de berenjena ahumada) hecha al fuego y gigantes (alubias blancas) cocinadas en cazuela de barro. La clave es ir durante los periodos de ayuno ortodoxo, cuando estos platos dominan los menús. Para picar, sigue a los universitarios hasta los puestos de 'tyropitadiko'; algunos venden spanakopita (empanada de espinacas) con masa de aceite de oliva en lugar de mantequilla. En Psiri, busca el local escondido que vende stragalia (garbanzos tostados) con tomillo de montaña, un snack callejero proteico que se remonta a la época bizantina.
Innovadores veganos que reinventan los clásicos griegos
Una nueva generación de chefs atenienses está reinventando la moussaka y el souvlaki con productos locales. En bistrós veganos como Peas, la moussaka lleva berenjena a la parrilla, picadillo de lentejas y nueces, y bechamel de anacardos, mientras que su 'feta' se elabora con almendras fermentadas. Para comer rápido, el food truck de Veganaki sirve gyros con seitán marinado en alcaparras de Santorini, envueltos en pan de pita integral con tzatziki sin lácteos. No te pierdes las tiendas de quesos veganos en Kolonaki, donde ruedas de anacardos curados imitan el sabor del kefalotyri añejo. Estos lugares demuestran la adaptabilidad de la cocina griega: sus sabores clave vienen del aceite de oliva, el limón y las hierbas, no de productos animales. Muchos ofrecen clases para veganizar sopas como la avgolemono usando aquafaba.
Productos de las islas en la ciudad: tiendas especializadas que valen la pena
El arma secreta de Atenas son sus tiendas especializadas que importan productos de las islas. La pequeña Cyclades Foods, cerca de Syntagma, vende alcaparras cultivadas en suelo volcánico de Kimolos e higos blancos secados al sol de Sifnos, ideales para crear platos de meze vegano. Para básicos de despensa, Biopolis en Kypseli ofrece tahini orgánico de semillas de sésamo de Lesbos y dákos (pan de cebada cretense) perfecto para bruschettas con tomate. La joya es Elixir, una herboristería centenaria donde el dueño prepara mezclas de té personalizadas con salvia de montaña y hinojo marino. Pregunta por su mezcla de 'horta', las mismas hierbas silvestres usadas en ensaladas tradicionales. Estos ingredientes te permitirán capturar los sabores griegos en tu cocina o en picnics en la colina Licabeto.